«El personaje vivo es el verdadero centro del arte teatral», y se crea porque el actor ha establecido las diferencias entre él y el personaje. Básicamente, el personaje es una máscara total que lleva el actor. Paradójicamente, cuanto más completa es la construcción de la mascara, más se revela del propio yo interior de el actor.
Cualquiera que sea el camino que tome un actor, su esfuerzo debe resultar en un tipo de personaje con un exterior y un interior. El trabajo ante la cámara nos permite ser conscientes, desarrollar el sentido de verdad, hacer sutil y afianzar tanto el trabajo externo como el interno.
Modulo 2: Explorar personajes alejados de mí.
Que el actor tenga una personalidad propia no quiere decir que uno esté completamente limitado a un “registro” para toda su vida. Hay herramientas que nos ayudan a aproximarnos a personajes alejados a uno mismo y para el actor siempre supone un reto gratificante.
Abordar las herramientas que nos ayudan a aproximarnos a estos personajes es el objetivo de este taller.