Una voz sentida y conectada ha de ser capaz de expandirse en el espacio con toda su sonoridad expresiva. Para lograrlo, es indispensable liberar el canal del sonido.
Con este propósito, exploraremos:
. La relajación de la mandíbula
. La flexibilización de la lengua
. La estimulación del paladar blando
. El reconocimiento del cuerpo en toda su capacidad resonadora.
Desarrollo del curso. Las pautas de trabajo son las mismas que las descritas en el módulo I.
Sólo se añade un requisito más:
. Los participantes han de traer un texto memorizado -de libre elección- de aproximadamente 10-15 líneas.